martes, 17 de diciembre de 2013

Cupcakes de calabaza con ganaché de chocolate blanco y oreo


     Buenos días, hoy os traigo este cupcake que me ha encantado.
Este fin de semana mi amiga Yurena me regaló una calabaza y enseguida pensé en hacer algún postre, no sabía si una tarta o unos cupcakes, pues nunca había hecho este tipo de bizcochos y siempre he leído que está muy buena la tarta de calabaza, precisamente por la elaboración de su masa. Al final me decanté por los cupcakes porque así podría repartirlos entre más gente. Tengo que decir que ha tenido buena aceptación... jijijiji... y por mi parte también... Me comí dos... y ya paré porque había que hacerlo... me habría comido cuatro o cinco...
     Pues vamos a por la receta... Espero que os guste.

INGREDIENTES Y ELABORACIÓN:
- Puré de calabaza:
Se necesita menos cantidad de la que preparé, luego separé la cantidad que necesité para los cupcakes y guardé otro poquito para cenar purés.
Eché 250 gr de puré a la masa.
- 950 gr de calabaza cortada en daditos.
- 500 gramos de patatas.
- Una pizca de sal
- 1 y 1/2 litros de agua para hervir
- 1 chorrito de aceite de oliva.



     Nunca he pelado y cortado una calabaza, así que pensé que era mejor nacerlo así para que fuera más fácil quitarle la piel que la recubre.

     Pesé lo que me había quedado para hacer el puré, sobre unos 900 gr que hice daditos. Le añadí 3 patatas, lavadas, peladas y cortadas de la misma manera, sobre unos 500 gr.
     A fuego medio-fuerte, y en una cazuela grande, eché los dados de calabaza y patata, con el agua, la sal y el aceite de oliva. 



     Dejamos cocer un buen rato, removiendo de cuando en cuando, para que no se nos llegue a pegar al fondo. Si hace falta, bajamos el fuego.


     Cuando se deshagan la patata y la calabaza, retiramos del fuego y batimos con la turmix, hasta que no queden grumos y tengamos una cremita.





     Finalmente, me quedé con los 250 gr que me hacían falta. Dejé enfriar a temperatura ambiente.


INGREDIENTES Y ELABORACIÓN:
- Ganaché de chocolate blanco y oreo:
- 400 ml de nata
- 200 gr de chocolate blanco
- 6 u 8 galletas oreo



      
     En una olla pequeña, a fuego medio-fuerte, echamos la nata, y removemos sin parar, hasta que de el primer hervor. Entonces retiramos del fuego y echamos el chocolate, previamente troceado y las galletas picadas con un mortero hasta hacerlas polvo. Removemos con una cuchara hasta que se haya disuelto por completo el chocolate. Reservamos.
   
    Después de echar el chocolate y las galletas, me di cuenta que no tenía el  polvo de galletas que necesitaba, así que pasé la ganaché aún caliente por la picadora, un momento y a la mínima potencia. Una vez estuvo lista la dejé enfriar a temperatura ambiente, la tapé con papel film y la dejé reposando toda la noche en la nevera.

    Cuando lo saquemos de la nevera, montamos como si fuera nata, con cuidado para que no se corte. Enseguida notaremos que la ganaché empieza a montar y a endurecer. Entonces dejamos de batir.



Y con la ayuda de una manga pastelera, decoramos a nuestro gusto.

 PRECALENTAMOS EL HORNO A 170º mientras preparamos la masa.

INGREDIENTES Y ELABORACIÓN:
- Masa de cupcakes:
La receta la vi en el blog de Gastronomia & cia, que originariamente era de Las recetas de María Antonia, pero yo la he versionado un poco, aquí la dejo:

- 200 gr de harina para bizcochos
- 170 de azúcar blanca
- 250 gr de puré de calabaza
- 100 ml de aceite de oliva (en realidad le he puesto un chorreón)
- 2 huevos
- Galletas oreo para el fondo de los cupacakes
- 1 cucharadita de canela
- 3 clavos (sólo la bolita) en polvo
- 1 y 1/2 cucharaditas de levadura (Royal)

     En un bol grande, echamos el azúcar y los huevos y batimos hasta que la mezcla blanquee. Añadimos entonces el puré de calabaza y seguidamente, el aceite de oliva. Dejamos batiendo, a velocidad no muy alta, hasta que tengamos una masa homogénea.


     En otro bol, echamos la harina tamizada junto con las especias y la levadura.

    
     Entonces añadimos a nuestra masa los ingredientes secos y volvemos a batir a velocidad baja-media hasta que esté todo bien integrado.



     Vamos preparando nuestras cápsulas, poniendo primero media galleta oreo en el fondo y encima la masa. Podemos llenar las cápsulas casi por completo, porque esta masa crece pero por el centro, y no se saldrá por los lados, como ocurre con otras preparaciones. En un principio pensé que podría desbordarse y las metí en cápsulas de aluminio.



    
     En hornadas posteriores las dejé dentro del vasito, pero las rellené un poquito más.
    
     Y este fue el resultado...









lunes, 18 de noviembre de 2013

Tosta de níscalos con cebolla caramelizada




     Hola a todos. Hoy os traigo una tosta de níscalos y alguna que otra cosilla que está buenísima. No había probado aún los níscalos, y Pai, mi amiga, me regaló una bolsita de ellos... mmm... tienen un sabor que me encanta. Le he puesto varias cosillas más y ha salido esto... A ver qué os parece..



INGREDIENTES:

- 300 gr de níscalos (más o menos)
- 3 ó 4 rebanadas de pan
- 4 ó 5 lonchas finas de jamón serrano
- Queso para fundir (según vuestra elección, los dos que he utilizado son suaves)
- 1 vaso de cerveza
- 3 dientes de ajo
- Media cebolla grande o una pequeña
- Vinagre de Módena
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- Sal
- Pimienta
- Perejil
- Aceite de oliva

ELABORACIÓN:

     En una sartén a fuego medio y con un buen chorro de aceite de oliva, he picado los ajos finamente, y los he dorado un poquito.

     Mientras, he lavado y secado bien los níscalos (con cuidado), pues venían directos de los montes... qué colores, qué olor...



     Los he cortado en juliana y los he añadido a la sartén con los ajos. He agregado sal, pimienta y perejil. Removiendo de vez en cuando y bajando un poquito el fuego, se han ido cocinando lentamente.



De cuando en cuando he ido removiendo con una cuchara de madera.
    
CEBOLLA CARAMELIZADA (fotos aquí)

    Mientras iba removiendo, he picado la cebolla, también en juliana, y la he puesto en otra sartén a fuego medio-bajo, con un chorrito de aceite y con un poco de sal. He rehogado, hasta casi pochar, esto es, hasta que casi estaba transparente. Justo antes de que se terminara de hacer la cebolla, añadí un buen chorreón de vinagre de Módena y las tres cucharadas soperas de azúcar. Hay que estar pendiente de la sartén, y si vemos que el líquido se consume rápidamente, bajar el fuego para que no se consuma de todo el caldo, pues si se seca, se quemará.

     Al final nos quedará la cebolla oscura, pero con un poquito de caldito, no mucho, lo necesario para que al coger con el tenedor no se queden unos trocitos pegados con otros...(ufff... ¡¡cada vez me explico peor!!). Apartamos del fuego y reservamos.
    
     Encendemos el horno a 170/180 grados calor arriba-calor abajo.
    
     Seguimos con la receta. Hemos estado removiendo de vez en cuando nuestros níscalos con el ajo, el perejil, la sal y la pimienta.
     Bañamos entonces con el vaso de cerveza y dejamos que se consuma un poco el caldo.



     Ahora le toca el turno al jamón serrano, que hemos cortado en trocitos pequeñitos. Lo echamos a la sartén con el resto de ingredientes y removemos de nuevo.



Retiramos y reservamos.

    Tostamos el pan, en mi caso en una tostadora, no mucho pues ahora irá al horno, poniendo encima del pan un trozo de queso cortado fino, encima nuestros níscalos, otra capa de queso rallado y lo metemos al horno hasta que tengamos nuestra tosta gratinada o el queso fundido, como nos guste.



    Sacamos, ponemos un poquito de cebolla caramelizada y un pelín más de perejil si nos gusta... Y ya podemos servir... y comer... mmm... qué bueno, por favor...  
  

martes, 29 de octubre de 2013

Aguja de cerdo a la miel y al limón



      Buenos días, aquí estoy de nuevo, entre vacaciones, días libres...   
     Os tengo medio abandonados, así que ya toca subir algo rico y fácil, y a la vez barato, que con los tiempos que tenemos... creo que no viene mal...
      Hoy os traigo una receta que es tan sencilla como sabrosa, con la carne jugosa y tierna, acompañada de patatas al horno junto a la carne, cogiendo los jugos y el sabor de la miel, el limón, la pimienta y el tomillo...
     Vamos a por ella, que en un rato la tenemos lista ¡y no queremos que se enfríe! 

INGREDIENTES (para 2 personas):

- 1/2 kg de aguja de cerdo
- 4 patatas nuevas medianas
- 2 ó 3 cucharadas de miel
- El zumo de un limón
- Tomillo
- Pimienta (molinillo 5 pimientas)
- Sal gruesa
- Aceite de oliva

ELABORACIÓN:

     Primero preparamos "el aliño" con el zumo del limón, la miel y pimienta, tomillo y sal al gusto. Si queremos que sea más espeso, podemos añadir más miel. Y removemos.



     Ahora le toca a la carne. Si podemos conseguirla en una pieza, mejor. Yo compré un trozo muy, muy grande, lo troceé y congelé por separado. Del trozo que he descongelado me han salido tres partes una vez limpio de grasa.

     En una sartén y a fuego fuerte, una vez salpimentada la carne, la marcamos para que no pierda los jugos en el horno y se mantenga jugosa por dentro.




     Dejamos que quede así, o incluso un poquito más dorada, pero que no esté hecha por dentro. La marcamos incluso por el sitio que en la fotografía se ve crudo. Así se irá haciendo en el horno, pero estará jugosa una vez cocinada.
     Lavamos muy bien las patatas y las cortamos en rodajas, mientras preparamos el horno las dejamos en agua. 



     Las he dejado con piel por sus propiedades antioxidantes y el aporte de fibra entre otras muchas que tiene. Además por el sabor, que también me gusta.

     Precalentamos el horno a 200º calor arriba, calor abajo.
     Vamos poniendo las patatas en la bandeja del horno y encima la carne que teníamos reservada.



     Echamos el aliño por encima además de un vaso de agua para que nos salga salsita cuando esté terminado nuestro plato.

     Tapamos con papel de aluminio y metemos en la bandeja del  centro del horno.
     

          A los 20- 25 minutos, según el horno, sacamos y con un tenedor pinchamos las patatas y la carne, para ver si están hechas.
        En mi caso, he bajado la temperatura a 180º y la he dejado unos 20-25 minutos más, tapado otra vez con el papel de aluminio.


    
     Espero que os guste.
     Hasta pronto. 

miércoles, 7 de agosto de 2013

Tarta salada




    
     Buenos días, hoy os traigo una receta muy sabrosa (ya sabéis que mi paladar está abierto a todo y es muy raro que no me guste algo)... Y que le va a gustar, creo, hasta a quien no le gusten las verduras, porque tiene un sabor muy especial y un contraste que invita a comer un trocito de esta tarta o dos...
¡Vamos a ver si os gusta y si me dáis la razón o no!

INGREDIENTES:

Masa:
- 250gr de harina para todo uso
- 150 gr de mantequilla fría
- 1 huevo

Cebolla caramelizada:
- 1 cebolla
- Azúcar blanca
- Vinagre balsámico de Módena
- Aceite de oliva

Relleno:
- 1/2 cebolla
1 puerro
2 tomates grandes
- Achicoria
- Champiñones naturales
Aceite de oliva
- Tomillo fresco
- Sal
- Pimienta

ELABORACIÓN:
- Masa: Cortamos la mantequilla fría de la nevera en cuadraditos.
En un bol, echamos la harina, la mantequilla y el huevo.
Con unas varillas o con la amasadora, vamos integrando los ingredientes, hasta que tengamos una masa homogénea.






    
     Entonces hacemos una bola con las manos, la liamos en papel film y la metemos en la nevera durante una media hora.


     Untamos de mantequilla un molde para bizcocho, sacamos la masa de la nevera y vamos "colocándola" dentro con las manos para que quede igual por todas partes, hasta que quede como más nos guste.
     Si se rompe por algún lado no pasa nada, ponemos un trocito de masa y le pasamos los dedos, se unirá al resto y quedará perfecta.




     Hacemos agujeritos con el tenedor por toda la masa para que apenas aumente cuando la horneemos.

ERROR MÍO: Antes de meter la masa con el relleno en el horno tendría que haber horneado la masa sola, unos 5 minutos a 180º, pero se me ha olvidado... ¡Oh! qué cabeza la mía, y luego volver a meter en el horno con el relleno, pero directamente he hecho lo segundo... No lo hagáis... Aunque me ha quedado como me gusta, quizá la próxima vez no sea así.

Metemos la masa en el congelador mientras preparamos el resto de las cositas.

- Cebolla caramelizada: En una sartén a fuego fuerte y con un chorreón de buen aceite de oliva, echamos la cebolla cortada finamente y empezamos a pochar.
     Cuando la cebolla esté casi transparente añadimos 2 cucharadas soperas de azúcar y vinagre balsámico hasta que casi cubra la cebolla.





     Vamos removiendo de vez en cuando y apartamos del fuego cuando el vinagre casi se haya consumido, pero no del todo. Reservamos.

     Precalentar el horno a 180º-190º calor arriba, calor abajo, según el horno. En el mío, 180º.

- Relleno:
   En otra sartén a fuego medio, con un chorrito de aceite, echamos media cebolla y 1 puerro cortados en rodajas no muy gruesas. Pochamos con un poquito de sal.
     Iremos removiendo de vez en cuando durante todo el proceso de cocción de las verduras.


     Vamos agregando el resto de verduras. Los champiñones cortados en láminas, con otro poquito de sal. Al par de minutos, un tomate cortado en daditos, otro pelín de sal.
Añadimos también la achicoria cortada finamente, con otra pizca de sal.
     Por último molemos un poco de pimienta al gusto y "pelamos" unas ramitas de tomillo, que le dará un toque y un olor...mmmm...
     Cuando ya no quede caldito de verduras, apartamos del fuego. Reservamos.


    
     Sacamos la masa del congelador y echamos dentro nuestras verduritas para el relleno.


     Ahora añadimos la mitad de la cebolla caramelizada repartida por la superficie, que es lo que le dará un toque aún más especial a esta tarta...


     Cortamos el tomate que nos queda en rodajas finas y la colocamos encima de la cebolla caramelizada. Y el resto de cebolla en una tercera capita para finalizar... y coronamos con unas ramitas de tomillo...


     Metemos en el horno, 180º calor arriba-calor abajo.
¿El tiempo? Cuando la masa esté doradita, a esta temperatura una media hora como mucho. Si vemos pasados 20 minutos que la masa no está dorada, la dejamos dentro del horno hasta que se termine de hacer.
     Así me ha quedado a mí:





     Espero que si la hacéis, os guste tanto como a mí!
Iba a ponerle queso, pero no le hizo falta... jugosa, sabrosa y el contraste de lo salado con el toque sutilmente dulce que le da la cebolla caramelizada... mmmm... Se la haré a mis papis cuando vaya a verlos.