domingo, 2 de abril de 2017

Bizcocho cuatro cuartos de cacao convertido en tarta



Hace poco tiempo que preparé el bizcocho "cuatro cuartos" por primera vez y quedé gratamente sorprendida. Hoy lo repito para enseñaros la receta. Es un bizcocho que queda esponjoso y con un sutil sabor a cacao. 
El típico bizcocho "cuatro cuartos" se llama así porque lleva cuatro ingredientes a partes iguales, con el mismo peso cada uno. Este que preparo aquí, tiene unas ligeras variaciones, pero supongo que igualmente delicioso, ya que el tradicional no lo he hecho nunca.


INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
- 120 gr. de azúcar *
- 150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 150 gr. de huevos (3 huevos L)
- 120 gr. de harina de repostería**
- 30 gr. de cacao puro en polvo (Valor)
- 40 gr. de leche semidesnatada ( la he pesado en gramos)
- 1 cucharadita de vainilla en polvo, una vaina de vainilla o un sobrecito de azúcar vainillado.
- 1 cucharadita de levadura (Royal)
- 1 pizca de sal

* La receta original lleva 150 gr., pero me gusta siempre ponerle un poquito menos de azúcar.
** He sumado los 120 gr. de harina y los 30 gr. de cacao como si fueran los 150 gr. de harina, pues si añadía 30 gr. más de cacao a parte de los 150 gr. de harina, el bizcocho habría quedado seco.



Para la decoración:
- 325 gr. de mantequilla sin sal
- 500 gr. de azúcar glass
- 6 cucharadas de leche semidesnatada
- Colorante en gel gris, de Progel*
- Spray plateado de PME*
- Candy melts negro y blanco con colores*
- Manteca de cacao*
* Todo lo compré en la tienda online de María Lunarillos.


ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 165º calor arriba- calor abajo, sin aire.
Antes de empezar, tamizamos la harina junto con el cacao y la levadura.
Preparamos el molde elegido, cubriéndolo de papel apto para horno (podéis ver el proceso aquí).

En un bol echamos los huevos y los batimos. Añadimos el azúcar junto con el polvo de vainilla y la pizca de sal. Batimos hasta que obtengamos una mezcla esponjosa y doble el volumen.


A continuación, agregamos la mantequilla y cuando esté perfectamente integrada, la leche. Volvemos a batir hasta obtener una mezcla homogénea.



Entonces agregamos los ingredientes secos que tenemos tamizados en tres veces, recogiendo la masa que se ha quedado en las paredes. Mezclamos a velocidad alta durante poco tiempo, lo suficiente para que se integren todos los ingredientes.





Echamos la mezcla al molde y damos unas sacudidas a los lados para que la masa quede bien repartida. Ayudamos también con una pala.



Metemos en la bandeja del centro del horno a la misma temperatura, 165º, durante una hora, o hasta que, al pinchar con un palito, éste salga limpio.
Sacamos el bizcocho del horno con cuidado de no quemarnos y lo ponemos encima de una rejilla durante unos minutos. Desmoldamos y dejamos que se enfríe de nuevo encima de la rejilla.
Una vez que está a temperatura ambiente, cubrimos con cuidado con un papel film y lo dejamos en la nevera hasta el día siguiente.

Preparamos ahora la buttercream de vainilla para cubrir la tarta.
Antes de empezar, sacamos la mantequilla de la nevera unas dos horas antes.
En un bol, añadimos la mantequilla en trocitos, el azúcar glass y la leche. Mientras, hidratamos una vaina de vainilla para poder sacarle el interior con un cuchillo como hice aquí.
Y ponemos la batidora a baja potencia para que se integren todos los ingredientes. Cuando la mezcla esté homogénea, añadimos el colorante elegido y subimos a máxima potencia durante unos cinco minutos. Iremos notando cómo la crema se va haciendo cada vez más esponjosa.






Este es el colorante que usé.

Una vez que tenemos la crema preparada, vamos a decorar.
Sacamos el bizcocho de la nevera, quitamos el papel film. Retiramos la parte abultada y cortamos los bizcochos en capas con la ayuda de una lira para cortar bizcochos.



Me han salido tres capas de bizcochos, a los que he pinchado tres palillos en el mismo sitio, uno en cada capa, para ir colocando los bizcochos en la misma posición en que fueron cortados. Ahora los veremos en las fotos a medida que vayamos añadiendo la crema.

En el plato elegido, ponemos un pegote de crema y encima la primera capa de bizcocho, de esta manera la tarta no se moverá del plato.
Llenamos una manga pastelera con la crema, con la ayuda de un vaso grande y la cerramos.




Empezamos poniendo en el plato de la parte de arriba del bizcocho hacia abajo, esto es, dejaremos la parte más regular, que es la que quedaba al fondo del molde para ponerla encima.
Cubrimos el primer bizcocho con la crema y ponemos encima otra capa de bizcocho.
Bordeamos con la crema y vamos echando por toda la superficie. Repetimos hasta terminar.






Aquí vemos los palillos. Una vez puesto el último bizcocho, los podemos retirar.
Pasamos ahora al exterior de la tarta.
Ponemos una primera capa de crema para que se queden pegadas las migas que suelte el bizcocho y metemos a la nevera para que se endurezca unos minutos.


Sacamos de la nevera y añadimos una segunda capa de crema.




Después de la segunda capa de crema, ya podemos decorarla. Si no nos gustara cómo ha quedado, podemos volver a meter en la nevera y darle una tercera capa.
Pintamos entonces con el spray, pulverizando a 15 ó 20 cm. de la tarta, vamos girando el plato para que el color quede uniforme.




El resultado es espectacular.
Derretimos los candy melts de color negro en el microondas de 30 en 30 segundos, removiendo cada vez que paramos.
Cuando el chocolate esté derretido, echamos unas perlitas de manteca de cacao y movemos, de esta manera, obtendremos un chocolate más líquido.


Con la ayuda de una cuchara y con cuidado de no tocar los bordes, vamos echando un poquito de chocolate para que caiga por los lados de la tarta y finalmente, cubrimos toda la superficie.



Ya tenemos la tarta decorada. Ahora vamos a darle un último toque, poniendo el nombre a quien queremos regalársela.

En un papel hacemos el dibujo de las letras. Le damos la vuelta y las calcamos. Lo metemos dentro de un plástico.
Derretimos el chocolate, para las letras he escogido un chocolate blanco con colores. Echamos el chocolate en una manga pastelera, la cerramos y hacemos un pequeño corte, que nos permitirá utilizarla como un lápiz. Vamos bordeando para terminar rellenando las letras.






Metemos el plástico con las letras en la nevera durante unos 15 minutos o el tiempo suficiente para que se endurezcan.
Iremos pegándolas a la tarta con un poquito de chocolate derretido.
Y este es el resultado.











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